Sobre mi


Me llamo Silvana Elisa Navarta.

Reparto el tiempo entre mi profesión de psiquiatra infantil, una persistente vocación por las artes visuales, la escritura de infinitos diarios y algunos cuentos infantiles, el activismo por la crianza respetuosa y la educación en la naturaleza, y la maravilla de ser madre con todo lo que conlleva: tiempo y energías agotadas, prioridades reacomodadas, momentos inspiradores infinitos. Además de todo eso intento incursionar con entusiasmo en la reflexión y filosofía tímida sobre lo que hago, a veces mezclándolo todo entre si. Un batiburillo pero de lo más interesante, digo yo.

Aquí va un intento de filosofar...

Tengo 45 años al momento de escribir esto y he cambiado al fin un pensamiento que me acompañó hasta hace no mucho tiempo. Que las distintas facetas de mi -especialmente el arte y mi trabajo en salud- han ido desarrollándose en paralelo y menoscabándose entre si. Ahora creo que no han dejado de enriquecerse mutuamente y salpicándo inspiración de un lado para el otro.

Pintar y dibujar – lo mismo si hago un mosaico o amaso barro- me conecta con un mundo sin palabras, sin conceptos, sin necesidades de definir ni categorizar. Un descanso pacificador, que ahora sé es fuente de salud emocional, porque da tregua a esa parte humana tan maravillosa como abasallante, tan sanadora como enfermante, tan útil como ínutil: el lenguaje verbal.

Trabajar escuchando personas y su sufrimiento me hace más llevadero este mundo doloroso, aunque parezca una contradicción. Me hace sentir bien, pero a veces con esa satisfacción alegre y triste, la del estar intentándolo, la misma que siento al recoger un trozo de plástico en la playa, en un mundo con un océano contaminado. Lo hago por el amor que me inspira ese mar y esta Tierra, no me importa lo inútil que pueda parecer a gran escala. Del mismo modo recojo los trocitos de sufrimiento inútil, los que están a mi alcance, los que puedo cargar durante un tiempo. Y luego consigo incluso, parte de ese sufrimiento recogido, reciclarlo en arte.

Aquí en este blog, hay algunos exponentes de ese material amado, regenerado, transformado, expresado.



Por aquí un recuerdo de mi experiencia en un Contesporles: un cuentacuentos dibujado!



^^

Entradas populares de este blog